El pueblo
Distancia a Jaén: 36 km.
Población: 942 habitantes.
Altitud: 327 m.
Superficie: 14 km2.
Gentilicio: Escañolense.
Escañuela es un pequeño municipio de la comarca de La Campiña, de la que ocupa una pequeña porción del sudeste. Su término esta constituido al cien por cien por tierras labradas, dependiendo del monocultivo olivarero, ya que junto al Arroyo Salado de Arjona existían pequeñas extensiones de regadíos dedicadas a cultivos herbáceos que están siendo colonizadas, en los últimos años, por las nuevas plantaciones de olivar. La dependencia económica del olivar y de la industria almazarera se ve mitigada, en parte, por los puestos de trabajo que proporciona una importante empresa de la construcción ubicada en la localidad.
Historia
Los restos arqueológicos hallados en el entorno de Escañuela constatan la presencia humana en este municipio desde el III milenio a.C. En el lugar conocido como Pozo de Marisancho aparecieron restos de cerámica oscura pertenecientes a este periodo de la Edad del Cobre. De su pasado ibérico se conocen varios lugares de notable interés; en el mismo Pozo de Marisancho se recogieron cerámicas ibéricas decoradas con motivos geométricos de bandas o círculos.
Durante la ocupación romana se produjo la división del territorio siguiendo el sistema de centuriación y la creación de villas rústicas. Uno de estos ejemplos es el Paraje de las Higueras.
Desde la conquista castellana de la comarca, San Pedro de Escañuela, como se denominó esta población hasta finales del siglo XIX, quedó dentro del alfoz de Arjona. Según se cita en las relaciones del Sínodo de Jaén de 1311 Arjona fue el centro de un Arciprestazgo, siendo Escañuela una de las parroquias pertenecientes al mismo.
En 1385 la población aparece como Señorío de don Pedro Ruiz de Torres. Según un documento del Archivo Histórico Provincial, en el que aparece esta donación, la localidad había pertenecido a este señor con anterioridad. Los ataques de los nazaríes a las tierras de Jaén asolaron el lugar, que quedaría despoblado. Este hecho conllevaría la pérdida de los derechos de don Pedro Ruiz, quien los reclamaría nuevamente, a lo que accedió Juan I, aunque al parecer sin hacerlo efectivo, hecho que aconteció en tiempos de Enrique III.
En 1394 la heredera de este señorío se casó con don Fernando de Portugal, quienes formaron con sus posesiones (Escañuela y Villardompardo) el Señorío de los Torres y Portugal. Este linaje entroncaría con el Condestable Lucas de Iranzo, quien añadió las posesiones de la Casa Villargordo, formándose así un gran Señorío que llegaría a ser Condado en el siglo XVI con la denominación de Villardompardo. La villa de Escañuela perteneció a este señorío hasta la supresión del mismo por las Cortes de Cádiz en 1812.
En el año 1814/1815 se inició el proceso disgregador de Escañuela respecto a Villardompardo, que culminó en la década de los años treinta con la plena independencia jurídica y territorial de Escañuela.
Historia
Los restos arqueológicos hallados en el entorno de Escañuela constatan la presencia humana en este municipio desde el III milenio a.C. En el lugar conocido como Pozo de Marisancho aparecieron restos de cerámica oscura pertenecientes a este periodo de la Edad del Cobre. De su pasado ibérico se conocen varios lugares de notable interés; en el mismo Pozo de Marisancho se recogieron cerámicas ibéricas decoradas con motivos geométricos de bandas o círculos.
Durante la ocupación romana se produjo la división del territorio siguiendo el sistema de centuriación y la creación de villas rústicas. Uno de estos ejemplos es el Paraje de las Higueras.
Desde la conquista castellana de la comarca, San Pedro de Escañuela, como se denominó esta población hasta finales del siglo XIX, quedó dentro del alfoz de Arjona. Según se cita en las relaciones del Sínodo de Jaén de 1311 Arjona fue el centro de un Arciprestazgo, siendo Escañuela una de las parroquias pertenecientes al mismo.
En 1385 la población aparece como Señorío de don Pedro Ruiz de Torres. Según un documento del Archivo Histórico Provincial, en el que aparece esta donación, la localidad había pertenecido a este señor con anterioridad. Los ataques de los nazaríes a las tierras de Jaén asolaron el lugar, que quedaría despoblado. Este hecho conllevaría la pérdida de los derechos de don Pedro Ruiz, quien los reclamaría nuevamente, a lo que accedió Juan I, aunque al parecer sin hacerlo efectivo, hecho que aconteció en tiempos de Enrique III.
En 1394 la heredera de este señorío se casó con don Fernando de Portugal, quienes formaron con sus posesiones (Escañuela y Villardompardo) el Señorío de los Torres y Portugal. Este linaje entroncaría con el Condestable Lucas de Iranzo, quien añadió las posesiones de la Casa Villargordo, formándose así un gran Señorío que llegaría a ser Condado en el siglo XVI con la denominación de Villardompardo. La villa de Escañuela perteneció a este señorío hasta la supresión del mismo por las Cortes de Cádiz en 1812.
En el año 1814/1815 se inició el proceso disgregador de Escañuela respecto a Villardompardo, que culminó en la década de los años treinta con la plena independencia jurídica y territorial de Escañuela.